Con buena parte de la población desempeñando sus profesiones desde casa, tener a los niños, sobrellevar los deberes y ejercer de maestros, hay que lidiar con el aburrimiento que supone para ellos (y todos) este forzado pero necesario encierro.
Los ratos que no estén haciendo deberes y estudiando áreas digamos más difíciles, pueden realizar otras actividades que les diviertan, manuales, plásticas o de cualquier otro tipo (grabar un vídeo, proponer un reto...), para que podamos mantener los lazos unidos y al mismo tiempo divertirnos, por separado o juntos (aunque sea en este último caso a distancia). Qué duda cabe que los niños nos están dando una valiosa lección de compromiso y responsabilidad que, revisando el número de sanciones que ha habido (que supera la de infectados), le vendría muy bien aprender a algún adulto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario